martes, enero 08, 2008

CAMBIO DE GABINETE: SABIDURÍA V/S PRESIONES PARTIDISTAS


Por Jaime Escobar M.

No es buena señal política que Soledad Alvear insista en forma obsesiva con un nombre para Ministro del Interior, más aún cuando se trata de una facultad privativa de la Presidenta de la República.


Es lo que la timonel de la Democracia Cristiana ha hecho en forma insistente no sólo al interior de su partido, sino que en forma pública, justo ad portas de un nuevo gabinete que anunciará la Presidenta Michelle Bachelet en las próximas horas.

No puede ser una buena señal política que después de la polémica salida del ex titular de Interior se interfiera de una u otra forma en la serena autonomía que necesita la Mandataria para configurar su nuevo Gabinete ministerial. Eso aparece haciendo la Senadora Alvear tanto en la mesa directiva de su partido como en otros ámbitos sociales, insistiendo en el nombre de Edmundo Pérez Yoma.

Son estas negativas y reiterativas acciones las que hacen alejarse y desconfiar de la clase política a un porcentaje importante de la población, especialmente a los jóvenes que ven esta actividad sólo como politiquería y un mero trampolín para intereses personales por sobre las reales necesidades de la ciudadanía.

Por otro lado, con este modus operandi de altos personeros de la DC, se trastoca la total libertad que debe tener la Presidenta al momento de buscar nombres para sus ministerios, además, de ayudar a crear confusión e incertidumbre más allá de Palacio. Es la propia Constitución la que le consagra ese derecho por ser cargos de alta responsabilidad y de plena confianza de quién ejerce por voluntad popular la primera magistratura de la nación.

Pero, en rigor, este nuevo desacierto de Soledad Alvear es parte de su actuar político. Hemos de recordar que cercanos suyos sólo hace unas semanas reiteraban a la prensa que Belisario Velasco debía salir de Interior. Es decir, algunos de sus propios camaradas manifestaban su desacuerdo a una decisión tomada por la propia Presidenta. Prueba de ello fue la reunión que sostuvo la presidenta de la DC en su casa con en el entonces Ministro del Interior Velasco y el senador Jorge Pizarro para calmar altas tensiones.

Respecto a la responsabilidad de los dirigentes políticos, es claro que el país no quiere más ni maquinaciones políticas ni desprecio hacia los reales problemas de la gente. A la ciudadanía les gustaría ver a la alta clase política preocupada más de resolver en serio, por ejemplo, el descalabro que es el Transantiago, que sumidos en rencillas odiosas u obsesiones personales que ayudan, tarde o temprano, a que crezca la apatía y la desconfianza hacia una actividad necesaria como es la política.

Ante este cuadro, el país espera que la Presidenta Bachelet proceda al cambio de su Gabinete con sabiduría y libre de las presiones de los partidos de la Concertación. Es claro que no hay política sin políticos. Pero hemos de cuidar que el actuar de sus dirigentes sea un ejemplo de transparencia y no se antepongan sus aspiraciones personales a los de la ciudadanía que los eligió para legislar y no para servirse de sus cargos que son, además, de servicio público por sobre el interés partidista.

Muchos observadores coinciden en que es el momento de que la Presidenta realice cambios profundos tanto en su gabinete ministerial como en la conducción política de su gobierno. Pero, desgraciadamente este cometido urgente, se verá difícil de alcanzar si finalmente llega el ex ministro Edmundo Pérez Yoma a La Moneda. No porque no tenga las capacidades requeridas, sino porque su perfil político indica que no tiene experiencia en trabajo de equipo y su doctrina es más imponer que consensuar. Es lo que ha hecho tanto como político “muñequero” y, “eficiente” empresario en el sector privado.

Chile espera más de sus dirigentes políticos como hemos dicho. Hoy, es la oportunidad de que la Presidenta y su equipo de “segundo tiempo” nos demuestren que sigue en pie lo expresado en el programa de Gobierno que la ciudadanía apoyó en segunda vuelta. De lo contrario, de nuevo se estará faltando al buen sentido de hacer política, y de paso, trastocando una vez más el sagrado principio de gobernar en perspectiva del bien común de la sociedad.

Jaime Escobar M.
Es editor religioso de Crónica Digital y de la revista “Reflexión y Liberación.

Santiago de Chile, 8 de enero 2008
Crónica Digital

No hay comentarios.: